“People respond to incentives, although not necessarily in ways that are predictable or manifest. Therefore, one of the most powerful laws in the universe is the law of unintended consequences”. El propósito del libro es mostrar como el ser humano responde a los incentivos en su vida.
El ser humano es complejo y su vida esta basada en las decisiones que toma diariamente, desde el cereal que desayuna hasta la universidad a la cual elige ir. La Economía estudia las decisiones que toma el ser humano y sus consecuencias, las decisiones simples hasta las más complejas. Pero no se basan en palabras sino en las estadísticas de las acciones realizadas. Lo que las personas decimos hacer (declared preferences) y lo que realmente hacemos (reavealed preferences) son cosas muy diferente. Los economistas no pueden basar sus investigaciones en torno a las palabras dichas sino a los hechos representados en números. A pesar de ser una ciencia numérica es una de las ciencias más humanísticas.
Para cambiar al mundo hay que entender como funciona este. Muchos de los problemas que hemos creado son normalmente “negative externalities”. Las externalidades negativas no son los fines últimos de las acciones, son consecuencias laterales o secundarias a una acción con otro propósito. Por ejemplo, el calentamiento global no es algo que aspirabamos a crear, fue la consecuencia lateral a nuestro consumo. Este consumo no pudiera ser posible sino fuera por la nueva tecnología que la industria a desarrollado este último siglo.
La externalidad es una versión económica para la taxis sin representación. Sucede cuando una persona actúa, sin que alguien más actué igual y sin acuerdo, mientras el segundo agente paga todo el costo de la acción (externality) de la primera persona. Las emisiones de gases en la atmosfera son las responsables del calentamiento global y son externalidades del “progreso”.
Hace poco fui a Nueva York y las calles y el mar estaban limpios en Long Island, caminando me pregunté “¿Cómo abran educado a estas personas a no tirar basura? ¿Qué incentivos tuvieron para llegar a esto?” La respuesta llego a mi horas después: multas. Las personas que viven en los Estados Unidos están rodeadas de multas. El ser humano presume de su racionalidad y altruismo pero muchas investigaciones demuestran que somos menos de lo que realmente creemos. Sí no hay una repercusión directa hacia nosotros no vamos a tener un incentivo lo suficientemente fuerte para actuar sobre eso. Las multas fueron un buen incentivo para generar hábitos beneficiosos para todos ¿Son las multas una solución practica pero autoritaria? ¿Esperar a que nazca una buena voluntad es una actitud ilusa?
Cuando una persona no esta obligada a pagar el costo total de sus acciones tiene poco incentivo para cambiar su comportamiento. ¿Qué pasaría sí el país más consumista internalizara la externalidad (internalize the externality) de su consumo?
A principios del siglo XX los neoyorkinos tenían un problema con su transporte los caballos. Eran poco higienices, peligrosos, e imprácticos. Eran un problema para la sociedad pero tampoco podían vivir sin ellos. Hubieron reuniones y muchas juntas pero nadie pudo llegar a una solución viable. Con el tiempo llego un nuevo invento: el carro. Era la solución a sus problemas. Gracias a la tecnología encontraron una solución que no detuvo su progreso, al contrario, lo incremento. Ahora este nuevo invento genera otras externalidades negativas pero sí el ser humano sigue innovando como hasta ahora lo ha hecho vamos a encontrar una solución que hoy en día no parece existir.
Las personas quieren cambiar el mundo esperando que una buena voluntad nazca, el ser humano se mueve por incentivos y sí el incentivo no es el correcto probablemente poco vaya a cambiar.
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